Hay dos grandes males que atentan contra nuestra relación con el dinero… la impulsividad y el dolor de gastar dinero. Afortunadamente yo no padezco ninguno porque no tengo dinero, pero para aquellos que algo tienen, les paso mi opinión.
La impulsividad y el dolor de gastar dinero a menudo se sienten como cosas opuestas, pero no es así, de hecho son males hermanados, porque del primero nace el segundo.
ATENCIÓN: Nosotros somos un restaurante, yo soy un agente de marketing, no damos consejos financieros ni deberías tomarlo con eso. Es tu responsabilidad lo que hagas con tu dinero.
La explicación del porqué sufrimos gastar dinero y el porqué no podemos dejar de hacerlo es larga, tediosa y compleja, pero en mi opinión, me atrevería a decir que es porque fuimos educados de ese modo.
Piénsalo, si hicieras una planificación y te tomaras la molestia de anotar por donde sale tu dinero verías cual es el vicio o la causa de que pierdas tanto dinero ¿No? Pero nadie te enseña a hacer eso, nadie te dice que si quieres venir a cenar a Trattoria La Pasta deberías guardar el dinero necesario para ello y eventualmente hacerlo.
Y es porque las empresas y el gobierno te quieren pobre. No nos da miedo decirlo, muchas empresas desean pobres a sus clientes, porque la pobreza se refleja en una falta de educación, lo que conduce a malgastar el dinero aún peor. Imagínate cuánto dinero ahorrarías si no compraras una Coca-Cola diariamente, no fumaras o no te robaran moneditas diariamente con la inflación.
Por supuesto, si no hicieras esto, la Coca-Cola no tendría tantos beneficios, ni las empresas de cigarro, ni el gobierno podría hacer proyectos raros financiados con emisión monetaria e impuestos o préstamos extraños a entidades internacionales que seguramente no tienen ninguna intención particular y solamente son filántropos queriendo ayudar a países de tercer mundo a “salir adelante”.
A nosotros no nos duele revelar esta clase de secretos porque no somos esa clase de empresa. Con nosotros no puedes hacer micro gastos engañosos que no notas, evidentemente nuestras cuentas son algo que puedes ver reflejado en tu estado bancario.
Cuando uno está educado para mal gastar el dinero de manera sistemática, si ya de por sí viene fallado, es natural sentir frustración de hacer el mal que no quieres y no el bien que sí deseas.
No satanicen gastar, eso no es malo, en Trattoria La Pasta gastamos y lo hacemos seguido. En mejoras, en hacer pruebas para mejorar la experiencia del cliente, en música en vivo, en un servicio de valet parking y podría seguir; pero no gastamos en cosas tontas, lo hacemos cuando en verdad vale la pena, cuando es en ustedes.
Sin miedo les decimos que planifiquen antes de gastar y serán muchísimo más felices, porque podrán gastar más y de manera más inteligente. No sean apegados al dinero que no es otra cosa que esclavizarse y sean muy felices.
ESTA ES UNA OPINIÓN PERSONAL DE JUAN CARDEÑA, NO REPRESENTA A TRATTORIA LA PASTA NI A SU EQUIPO.
Dinero
Juan Cardeña
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