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Es muy reverente y bueno escuchar los consejos de la gente que ha vivido más que uno, así es como la sociedad se ha construido, con base en la tradición y la experiencia.

¿Qué sería de nosotros sin los consejos de la gente mayor? Habría demasiadas cosas que tendríamos que aprender a hacer (y tener que aprender a hacer algo que ya alguien más hizo, es estúpido).

Sin embargo, a prácticamente todo el mundo le molesta escuchar consejos. He escuchado a algunas personas decir que es más bien a la gente joven, los jóvenes dicen que son más bien los viejos quienes escuchan menos: Yo digo que son los dos. No oír consejos no es un defecto de la gente joven, es un defecto de la gente en general.

La dificultad para oír consejos tiene dos orígenes: La soberbia propia y la soberbia de quien da el consejo. Déjame explayarme:

Pocas cosas en este mundo son dogmas, la mayoría son opiniones y poco más. Trabajar para conseguir las cosas, no rendirse y al mismo tiempo no ser obstinado y demás son dogmas, el como trabajar y cuándo dejar algo no. El problema es que la gente dogmatiza sus ideas, de manera que lo que ellos asumen como verdad lo elevan al grado de dogma. Todos hemos oído alguien decir "puede ser que yo me equivoque, PERO" ¿Pero? Muchas veces no están realmente abiertos a la posibilidad de estar equivocados.

La actitud es, sin duda, la forma más fácil de detectar que alguien está abierto a la posibilidad de estar errado o no. Si estás realmente abierto a la posibilidad de estar equivocado permites el experimento, si no lo estás, entonces vas a insistir con tu idea una y otra vez (aún si le agregas siempre el "puedo estar equivocado").

También influye DEMASIADO la autoridad moral. Y es que esto tiene todo el sentido del mundo: Poco sentido tiene preguntarle al divorciado como tener un matrimonio exitoso si le puedes preguntar a alguien que ha tenido un matrimonio como el que tú quieres. Si quieres poner un restaurante existoso, tiene más sentido preguntarle a Alessandro Dolfi que ha puesto once, en vez de a tu maestro de emprendimiento que no tiene ninguno. Y no, no es una falacia de autoridad, es puro sentido común.

¿Entonces deberíamos desechar el consejo del fracasado? Sí y no. Probablemente algún listillo me argumente que el fracasado tiene derecho a opinar porque ya se equivocó, esto es sólo cierto si al final encontró la solución, si no lo hizo ¿Cómo puede aconsejar? Esto es aún más cierto si conoces a gente que sí haya tenido éxito en lo que te has propuesto.

El consejo del fracasado podría tener sentido SÓLO si se tratar de reconocer culpas propias y no ajenas ¿A qué me refiero? Si un hombre que ha fallado poniendo un negocio te habla de que el problema fue que la gente no iba y no de lo que ÉL pudo hacer mejor, probablemente no debas oírlo, su consejo nace del orgullo, no de la verdadera humildad del perdedor (que es una humildad muy noble).

Haber fracasado (y en se sentido, serlo) o haber perdido no es algo malo, es loable fallar en las cosas SIEMPRE Y CUANDO hayas dado lo mejor (o mínimo estés pagando tu mediocridad), lo que no es loable es el cinismo posterior.

En el caso de quienes deben oír los consejos ¿Quieren el mío? Oigan a todos, aún a los soberbios, así aprenderán a no ser uno más de ellos. Acepten con humildad y docilidad, sin hablar, si ustedes tenían razón la realidad aplastará cualquier opinión, si no la tenían, nadie les podrá reclamar nada.

No saben nada, acuérdense, nadie sabe nada, al menos hasta que se pruebe en el mundo real lo contrario. Después, procuren no llenarse la boca de su éxito, porque probablemente otro sepa más que tú.